Caso N° 1

03.11.2022

Andrea es una mujer de 30 años de edad, madre de una niña de 10 años y de un bebé en gestación, fue víctima de agresión física, ahora vive en constantes amenazas. 

Su historia empezó hace dos años cuando conoció a un hombre en la empresa donde está vinculada laboralmente. Él también mantiene un contrato con esta firma.

Al cabo de un tiempo de estar en contacto permanente, iniciaron una relación sentimental, pero lo que nunca quedó claro era que él estaba casado.

"Cuando yo me enteré traté de terminarle porque era comprometido y no quería inconvenientes, sin embargo, él me insistió para que continuáramos; incluso, me dijo que tenían tantos problemas, que estaban a punto de separarse. Yo le creí, pero después de unos meses me di cuenta de que eso era mentira", sostuvo.

Reconoció que pese a lo sucedido y después de un par de conversaciones decidieron seguir juntos hasta que ella tuvo un retraso en su periodo menstrual. Confirmó que había quedado embarazada. Con esta noticia empezaron realmente los problemas entre la pareja, tanto así que hoy la tienen, literalmente, escondida en algún lugar de la capital.

"Cuando este hombre se enteró de que yo estaba esperando un hijo de él, me dijo que tenía que abortar. Empezó a llamarme y a decirme "ya se murió eso (el bebé)", o si no me amenazaba con que me iba a matar", relató la mujer.

Todas estas palabras y actitudes del sujeto, de manera recurrente, acabaron con su tranquilidad. Su ánimo se fue al piso. Como si fuera poco, en el entorno laboral, familiar y social aún se siente discriminada, debido a constantes burlas, humillaciones y ofensas.

Pero como bien dice el adagio popular que "del cielo a la tierra no hay nada oculto", pues la familia de quien había sido su pareja se enteró del embarazo. Esto desató una furia incontrolable en el hombre, quien el pasado 27 de mayo la agredió física y verbalmente.

"Ese día me pegó sin importar el daño que le pudiera causar al bebé. Es duro porque me tocó salir de mi casa y refugiarme con mi hija donde un familiar, sin que él supiera la dirección. Tengo mucho temor de que me agreda nuevamente. Yo sé que si me ve, lo vuelve a hacer. Supe que también le pega a la esposa, pero aunque ella lo denunció, aún conviven", aseguró.

Al finalizar su relato aseveró que aún permanece escondida con su hija por temor a que este hombre les haga daño, sobre todo al bebé, a quien aún le falta unas cuantas semanas para nacer.

© 2022 Red Flag - Zárate, San Juan de Lurigancho
Creado con Webnode Cookies
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar